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Rosácea

Es un trastorno que consiste en una inflamación crónica  cutánea que se confunde fácilmente con acné por el aspecto y que además puede coexistir con él. Normalmente es conocido como “Acné adulto”.

Se caracteriza por una predisposición a la eritrosis (enrojecimiento) en áreas centrofaciales (mejillas, nariz, frente y mentón). Hay periodos de mejoría y otros de empeoramiento. Es conocida como la cara roja del borracho.

Rosácea

Causas

Aunque se ignora la causa exacta, sí hay un cierto consenso en que hay una predisposición individual a desarrollar la enfermedad debido a la hiperactividad vascular. En algunas personas los vasos sanguíneos de la cara se dilatan como respuesta a ciertos estímulos, lo que causa un enrojecimiento facial.

Otros causas:

  • Medicamentos: antilipemiantes, niacina oral, corticoides tópicos.
  • Alimentos: cafeína, picantes...
  • Temperatura de los alimentos.
  • Helicobacter pylori.
  • Demodex folliculorum (factor agravante)

Epidemiología

La rosácea es más común en las mujeres, en personas de tez clara y en particular en aquellas que se sonrojan con facilidad. Hay una prevalencia de un 14% en mujeres y de un 5% en hombres, si bien en éstos el cuadro clínico es más grave.

Normalmente la rosácea aparece entre los 30-50 años, aunque se puede dar también en la vejez y en la infancia.

Tiene una mayor aparición en individuos con piel clara. Es más frecuente en personas con dermatitis seborreica o con antecedentes de acné juvenil intenso.

Podría decirse que es una patología estacional ya que es normal que se inicie en primavera.

Síntomas

Es un enrojecimiento momentáneo al principio pero posteriormente se hace persistente con la aparición de telangiectasias (dilataciones vasculares) y a veces granos rojos y con pus (pápulas y pústulas) parecidos al acné juvenil.

Muchos pacientes con rosácea aprecian una intolerancia a ciertos cosméticos y medicamentos aplicados sobre la piel.

Zonas de afectación

Suele afectar a la cara, aunque hay casos extrafaciales (tronco y cuello), y a menudo existe implicación ocular (blefaritis, queratitis, conjuntivitis...) que no se corresponde con la severidad de la enfermedad facial.

Afecta principalmente a la parte central del rostro (85%). Las áreas predominantes son las mejillas (87%), y en segundo lugar la frente, el mentón y la nariz.

Etiología y factores de riesgo

Hay múltiples elementos determinantes en su desarrollo:

  • Hiperreactividad vascular/alteraciones vasculares.
  • Predisposición genética.
  • Infecciones.
  • Alteraciones gastrointestinales
  • Calor, frío o viento.
  • Estancias muy caldeadas o cambios bruscos de temperatura.
  • Comidas y bebidas muy calientes y especiadas, quesos fermentados y alcohol.
  • Ansiedad y estrés.
  • Uso prolongado de corticoides tópicos.
  • Menopausia.
  • Se ha observado que los alimentos o fármacos que provocan una vasodilatación facial actúan como desencadenantes, bien a través de las sustancias contenidas en ellos o por su ingesta a altas temperaturas como sucede con el café. También hay una serie de factores que pueden empeorar la rosácea como el acné vulgar, la dermatitis seborreica, el ácido nicotínico, corticoterapia tópica, enfermedades autoinmunes y su tratamiento, y también la exposición solar.

    Tipos de rosácea

    • Vascular: Rubor recurrente, permanente: el enrojecimiento facial es persistente y los pequeños vasos de la piel de la cara se dilatan y quedan marcados como líneas rojas en la nariz y las mejillas (telangiectasias).
    • Inflamatoria: A veces aparecen granos rojos y con pus (pápulas y pústulas) durante la evolución.
    • Granulomatosa.
    • Fimatosa: Puede aparecer un engrosamiento de la piel en la frente, el mentón, las mejillas y, sobre todo, en la nariz, que en algunos hombres se enrojece, aumenta de tamaño y se cubre de telangiectasias. Esto se denomina rinofima o hiperplasia sebácea nasal.
    • Ocular: Aproximadamente en un 50% de los pacientes de rosácea, ésta puede afectar también a los ojos. Estos pacientes sufren escozor, sequedad, picor, sensación de cuerpo extraño… Hay una inflamación alrededor de los ojos y aparecen telangiectasias en la esclerótica.

    Fases de la rosácea

    La rosácea se caracteriza por períodos de remisión y caída que se dan en tres fases o estadíos:

    • Prerrosácea. En su inicio se caracteriza por cuadros de rubor o blushing.
    • Estadío I. Progresa en un eritema facial transitorio (flushing) similar al rubor o enrojecimiento normal, haciéndose más persistente.
    • Estadío II. Eritema persistente en extensión (zonas enrojecidas) y vascularidad (aumento de prominencia de los vasos sanguíneos).
      • Edema, pápulas y pústulas que suelen desarrollarse con mayor o menor intensidad en el tiempo. Puede aparecer engrosamiento o erupciones de la piel parecidas al acné.
      • Poros agrandados.
      • Telangiectasias más gruesa.
    • Estadío III. Eritema profundo persistente. Cursa con hiperplasia tisular, densas telangiectasias, nódulos inflamatorios y crecimiento de las glándulas sebáceas.

    Evolución

    La rosácea es crónica y, además, hay episodios de empeoramiento. Estos brotes pueden ser tratados y controlados aunque no hay tratamientos curativos. Todo tratamiento, siempre prescrito por un médico, persigue controlar los síntomas y mejorar el aspecto de la piel.

    Tratamiento

    Los tratamientos deben ser personalizados, ya que cada caso y cada paciente son diferentes.

    Sí hay una coincidencia en que los tratamientos suelen resultar más eficaces contra las pápulas y las pústulas, y menos contra el enrojecimiento de la piel, que es más difícil de eliminar.

    Cuando el caso es severo, puede recurrirse a retinoides orales. En ocasiones se emplea cirugía o láser para combatir el rinofima o las telangeictasias.

    El paciente debe utilizar fotoprotector con factor 15 o superior y evitar la exposición directa y larga al sol. Es aconsejable también limpiarse con productos suaves sin jabón y evitar cosméticos con alcohol (colonia, lociones, aftershave…) y demasiado grasos.

    Principios activos

    -Ácido azelaico:
    Inhibe la 5-alfa-reductasa. Reduce el exceso de sebo en la cara y el cuero cabelludo.
    Acción antiinflamatoria, bacteriostática y seborreguladora.
    Controla la hiperqueratosis.
    Inhibe la tirosina y consigue un color homogéneo.

    -Ácido salicílico:
    Acción queratolítica y comedolítica.
    Acción germicida y fungicida.
    Seborregulador.

    -Azeloglicina:
    Acción antibacteriana (P. acnes), queratolítica y comedolítica.
    Secuestra radicales libres.
    Seborregulador: inhibe la 5-alfa-reductasa.
    Inhibe la tirosinasa.
    Glicina: hidratante.

    -Extracto de Silybum marianum:
    Antiinflamatorio, antioxidante y antienrojecimiento.

    -Phytosphingosine ETP:
    Antiinflamatorio y antioxidante.
    Hidrata, suaviza y reduce las rojeces.

    -Nicotinamida:
    Bacteriostático (P. acnes).
    Cicatrizante, antiinflamatorio, calmante y antiirritante.
    Estimula la síntesis de colágeno.
    Hidratante.
    Mejora la función de la barrera cutánea.

    -Ácido kójico:
    Acción bacteriostática y fungistática.
    Efecto antimicrobiano.